24.07.2019

El poder de la fórmula plusvalía + rentas

Ante las complicaciones y la competencia en la labor de venta inmobiliaria, hoy más que nunca vemos que la creatividad aflora con la oferta de esquemas de pago de inmuebles nunca antes vistos.

Ante las complicaciones y la competencia en la labor de venta inmobiliaria, hoy más que nunca vemos que la creatividad aflora con la oferta de esquemas de pago de inmuebles nunca antes vistos.

 

Sin embargo, pienso firmemente que estamos en un mercado de compradores y, a continuación, expondré algunas razones detrás de esta creencia.

 

Primero, en nuestro país los precios de los terrenos suben considerablemente y ni se diga el costo de los materiales de construcción.

 

Según datos de la CMIC, tan solo en el 2018 la inflación en los costos de materiales constructivos tuvo un incremento del 10 por ciento —el más alto en la última década—, con alzas de hasta 68 por ciento en casos como el del asfalto.

 

Respecto al valor inmobiliario general, según un análisis de Pin2 Homes, la Ciudad de México se encuentra en el top 20 de ciudades norteamericanas con mayor alza en costos de vivienda en los últimos cinco años, con 50 por ciento. Y otras ciudades mexicanas no se quedan atrás: Zapopan, Durango, Puebla, Querétaro, Aguascalientes, Mérida y San Luis Potosí también registraron aumentos de entre 40 y 43 por ciento.

 

De las consideraciones anteriores se deriva lo siguiente: es difícil no conseguir una plusvalía en la compra de un bien raíz. Ahora bien, partamos de tal premisa para hablar de los rendimientos constantes con base en rentas, factor que aporta valor adicional a quien invierte en estos activos.

 

Aunque la venta sigue siendo común entre los mexicanos, la realidad es que la tendencia ha ido dando cada vez más cabida al esquema de alquiler. Sea por condiciones crediticias o de empleo, o incluso por preferencia de zonas o hábitos de consumo, los millennials son una generación con cada vez más presencia en el mercado y que tiende a preferir más la renta en comparación con otras.

 

Esta nueva demanda ha creado un alza importante en los precios de renta de las grandes ciudades. Por ejemplo, se estima que en la Ciudad de México, las rentas de departamentos podrían incrementarse 7 por ciento en 2019: mientras que el promedio de 2018 en tal urbe era de 20,126 pesos mensuales, para 2019 se espera que las rentas puedan ascender a 21,534.

 

Así, un inversionista que coloque su inmueble en alquiler logra rendimientos de un par de puntos por encima de la inflación con los pagos que reciba mensualmente. Entonces, al comparar alternativas, se debe calcular el retorno sobre la inversión (ROI) considerando tanto la plusvalía como el ingreso por rentas, lo que puede generar incluso rendimientos anuales de 12 por ciento, como los que vemos comúnmente en la actualidad.

 

Aunque muchos prefieran y presuman los retornos de la bolsa, lo cierto es que en esa relación riesgo-beneficio muchos ven un gran valor en la estabilidad del mercado inmobiliario y, por tanto, en su estabilidad financiera y emocional como inversionistas.

 

Así que invertir en bienes raíces es una buena idea por sus fundamentos de mercado a lo largo del tiempo, por su posibilidad de generar ingresos mensuales en esquemas de renta y por ser un vehículo que aporta balance en una diversificación patrimonial.

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